La bondad es la disposición permanente
a hacer el bien, de manera amable, generosa y firme.
Las personas bondadosas sienten
un gran respeto por sus semejantes, y se preocupan por su bienestar.
Si alguien no está en buena
situación y necesita ayuda, el bondadoso
no duda en ofrecérsela, y lo hace
sin ofender, amorosamente y poniendo un gran interés en ello.
Ser bueno no quiere decir
blando, sumiso, ingenuo o sin carácter, como a veces se cree.
Al contrario: los buenos se distinguen
por su fuerte personalidad, la cual se traduce en inagotables dosis de energía y optimismo, y se refleja en su cálida
sonrisa y los sentimientos de
confianza, cariño y respeto que infunden a su alrededor.