
Saber gestionar adecuadamente las emociones negativas es una condición necesaria para sentirse bien con uno mismo y con los demás.
La mayoría de nuestras emociones son el resultado del significado y el valor que damos a lo que nos sucede.
Si cambiamos nuestros pensamientos en relación a la situación también cambiarán la emoción y la reacción.
Saber relativizar es una cualidad altamente estratégica que implica:
Discriminar cuando algo es verdaderamente importante y cuando no lo es. No se trata de minimizar una situación realmente importante sino de afrontarla estratégicamente con serenidad y lucidez.
"Desdramatizar" las situaciones. Del mismo modo, que hay personas que tienen tendencia a amplificar todas las contrariedades que les ocurren, también hay personas que son capaces de "quitarle hierro" a las mismas. Como diría el filósofo Epícteto: "No son las cosas las que nos afectan, sino el modo cómo nos las tomamos".
Para desarrollar tu poder personal es muy importante que aprendas a relativizar las situaciones y a ser menos susceptible. Ten en cuenta que la persona susceptible, queriendo evitar el rechazo de los demás, lo provoca con su actitud, ya que sus expresiones faciales y sus reacciones exageradas resultan desagradables y hostiles.

|