Una alegría, una depresión, una maldad,
un darse cuenta momentáneo aparece
como un inesperado visitante.
Dales la bienvenida y entretenlos a todos.
Aunque sean una multitud de penas,
que barren con violencia el piso de tu casa,
vacían tus muebles,
así y todo, trata a cada invitado
con honorabilidad.
Te puede estar limpiando
para alguna nueva delicia.
El pensamiento oscuro,
la vergüenza, la malicia,
encuéntralos en la puerta riendo,
e invítalos a entrar.
Se agradecido con el que venga,
porque cada uno ha sido enviado
como un guía del más allá
De la red