Es importantísimo soñar ya no solo porque
quizás éste sea un proceso fundamental en la construcción de nuestra memoria y asimilación
de habilidades, sino también porque se ha
comprobado que si la región donde se originan
nuestros sueños, el tronco encefálico,
sufriese algún daño, perderíamos calidad de
descanso. Tal consecuencia se pudo demostrar
mediante un estudio con personas que habían
sufrido un derrame cerebral. Como consecuencia
del derrame, estas personas dejaban de soñar.
Los enfermos se despertaban más por la noche
y no eran capaces de conciliar un sueño profundo, continuado y, por consiguiente, reparador.
Esto podría indicar que los sueños podrían estar implicados también el mero mecanismo de seguir dormidos. Por tanto, recuerda que mientras
duermes tu cerebro trabaja para trasladarte a
un mundo de fantasía en tu beneficio.
Buenas noches y no se olvide de soñar.
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