Tener una persona al lado y compartir una relación de pareja no implica, en ocasiones, que se está enamorado. La rutina, la costumbre, el no saber estar solo... hace que se alarguen en el tiempo relaciones que no llevarán a ningún fin. Pero, ¿cómo saber si realmente se está enamorado de verdad?

Según Mila Cahue, psicóloga de pareja en el Centro de Psicología Álava Reyes y autora de «Amor del Bueno», asegura que el enamoramiento es algo que «o se siente o no se siente». Para estar seguros de que la persona que tenemos al lado es la adecuada es recomendable hacer una reflexión en la que se planteen las siguientes cuestiones que recomienda Mila Cahue:

—Cuando me ocurre algo importante en mi vida, ¿estoy deseando ver a mi pareja para que sea la primera persona a la que se lo cuente? Si es así, es que compartís algo muy intenso y necesitas contárselo para transmitirle tu felicidad, en el caso de que sea un suceso positivo, o para buscar su apoyo, si es un tema que te preocupa.

—¿Le dices con frecuencia «te quiero»? Cuando una persona está enamorada siente un deseo de transmitir a la pareja lo que siente por ella.

—¿Estoy dispuesto a compartirlo todo con él/ella? Aunquecada uno necesite su espacio, hay que reflexionar si se desea compartir tiempo, aficiones, costumbres, casa...

—¿Me da seguridad? Cuando uno encuentra en la pareja a su media naranja debe sentir una seguridad absoluta al estar a su lado. Si desconfía o no aporta la estabilibidad y equilibrio que se necesita en la vida, seguramente, no es la persona adecuada.

—¿Hago algo por mi pareja? Hay relaciones que por el estrés u otras circustancias caen en la desgana y la rutina. Si no se sacan fuerzas para buscar un espacio para recuperar la chispa, posiblemente es que el amor no merece la pena con esa persona.

—¿Me siento pleno/a cuando estoy a su lado? Las parejas enamoradas sienten ganas de verse, hablar y reirse juntos. Aporta seguridad y ganas de crecer juntos.

—¿Son mis relaciones sexuales satisfactorias?El sexo es una parte muy importante en la pareja y si uno no siente deseo por la otra persona, no está satisfecho o no se mantienen relaciones, los problemas no tardarán en hacer su aparición.

—¿Es viable una vida en común? Hay que pensar, y de forma realista, teniendo en cuenta también los aspectos negativos de la otra persona, cómo sería una convivencia juntos.

—¿Queremos tener hijos? Cuando una de las partes no desea tener descendencia es muy frustrante para la otra persona, lo que llevará a muchas discusiones, conflictos... y ruptura.