
Cómo potenciar las emociones positivas
“Las emociones positivas, descritas por la psicóloga estadounidense Barbara Frederickson, aparecen como resultado de eventos que estimulan nuestro cerebro haciéndonos experimentar sensaciones agradables, placenteras y motivadoras”, explica Asorey.
Según este especialista, este tipo de emociones se pueden potenciar mediante acciones que nos resulten beneficiosas como “compartir una conversación agradable con alguien importante en nuestra vida, y también generando pensamientos positivos, por ejemplo enfocados en nuestras capacidades y potenciales para poder hacer frente a aquello que encontramos día a día”.
El psicólogo de ISEP Clínic expone una serie de consejos prácticos para potenciar en nuestra vida cotidiana cada una de las principales emociones positivas:
Alegría. Procure mantenerse en contacto con personas que son importantes y con las que realice actividades que le permitan sentirse seguro, tranquilo y feliz.
Interés. Acérquese al día a día buscando la oportunidad de poner en marcha sus potenciales y habilidades, y así disponer de nuevos retos para disfrutar de esos pequeños o grandes logros que le motivan a aprender y a buscar nuevas experiencias.
Amor. Es la emoción que tiene su esencia en las relaciones personales en las que procuramos un contacto más directo, más íntimo, en las que nos descubrimos experimentando sensaciones gracias a la presencia de la otra persona junto a nosotros.
Serenidad. Es la experiencia que se obtiene si uno es consciente de la acción que está realizando en ese preciso momento (una buena comida, un paseo) y se la alcanza cuando se vive el presente, acompañado de bienestar, de placer.
Inspiración. Está muy asociada a la creatividad y se potencia animando a la mente a que se ponga en contacto con nuevas personas, lugares y experiencias, poniendo a trabajar la imaginación y el ingenio.
Gratitud. Comparta y experimente la sensación gratificante de ser ayudado y ayudar, ofrecer y recibir. Mantenga relaciones personales saludables dándose la oportunidad de satisfacer, recíprocamente, las necesidades, inquietudes e ilusiones mutuas.
Diversión. Forma parte de la habilidad humana de dejarse llevar por el humor, la sonrisa, los recuerdos agradables y los nuevos retos, y surge cuando uno se encuentra con otras personas y se siente capaz de proponer algo inesperado y vitalista, que le haga disfrutar, ilusionarse y vivir el presente de forma más intensa.
