Todos somos energía. Empecemos por nosotr@s mism@s. Si yo me amo, si yo me ocupo de proporcionarme a mi mism@ un maravilloso amor incondicional, no existe cabida para el desasosiego. Cuando entro en mi Yo más interno, en mi verdadero Yo, me encuentro con esa la luz innata con la que nací. La energía amorosa, se convierte en vibración contagiosa, y por tanto, se hace extensible a todo ser cercano.
Todo depende de nosotros, porque el amor está dentro de cada uno de nosotros, sólo hay que ir a buscarlo, y el que busca, encuentra.
® Rosa Arauz
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