No creas algo porque lo digan la escrituras, y no creas porque lo dice la gente respetable, porque quizás hablen así porque al hacerlo se vuelven respetables. No creas porque lo dicen los curas, porque los curas están haciendo una especie de negocio. Tienen que decir eso; son vendedores. Están vendiendo un producto invisible, que no puedes ver pero en el que has de creer.