Nunca es tarde para aprender
Nuestra vida se divide en distintos ciclos o etapas. Nos acostumbramos a que existe una edad para ir a la escuela, para salir con los amigos, para casarse…
volarY a ese período (o etapas) de juventud, de descubrimiento, de cambios, de oportunidades e ilusiones les siguen las etapas más tranquilas.
Etapas de madurez en las que se supone que nuestra vida está encarrilada, hecha.
Pero eso es tan sólo una creencia.
La vida, de principio a fin, puede ser una aventura de descubrimiento. No tiene sentido que nos privemos de explorar sólo porque nos sintamos un poco mayores.