Necesito que me quieras ahora
que aún puedo ofrendarte vida,
que todavía soy capaz de suscitar
internas voluntades y algarabías.
Mesurado amor a contrarreloj
que se pasea con huella de tranvía,
no corras más, para, párate aquí
donde los trayectos se eclipsan.
Invade mi presente de resonancias
de miradas, de sonrisas y delicias,
aboveda mi desnudez con tu estupor
hazme sentir por tus manos mecida.
Ámame ahora sin grandes términos
ya, sin pautas para esta partida,
ahora que aún al mirar el espejo
me reconozco perturbadora y viva.
Autor: Elvira Bosch
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