Las hormonas de la felicidad
Siempre buscamos la forma de ser feliz, de conseguir placer y estar bien con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Cada persona tiene su receta para ser feliz, pero además hay unas hormonas que nos ayudan a lograrla. Son las Endorfinas, también llamadas las hormonas de la felicidad.
Las endorfinas, se las conoce como las hormonas del placer y, a diferencia de lo que solemos entender por drogas, son generadas por nuestro propio cuerpo de forma natural. Segregamos estas hormonas de la felicidad cuando nos enamoramos, nos reímos, también cuando comemos chocolate o bebemos café, y con un sin fin de acciones más, entre ellas cuando practicamos deporte.
El cuerpo es sabio y genera este tipo de hormonas con el fin sobre todo de que repitamos esas experiencias ya que las considera beneficiosas para nosotros. Por eso se habla de droga, y es el caso de muchos deportistas que reconocen que practicar deporte para ellos acaba siendo algo adictivo y que cuanto más lo practican más enganchados se sienten a él. De hecho los deportistas pueden llegar a segregar 7 u 8 veces más endorfinas que las personas sedentarias.
Las endorfinas no solo nos generan placer, sino que también tienen una función de analgésico, el cuerpo pretende contrarrestar los dolores provocados por el deporte. Pero también se encargan de otro tipo de dolores como por ejemplo los asociados a la menstruación.
La secreción de las endorfinas lleva a una sensación de euforia, contrarresta el estrés, libera hormonas y fortalece nuestro sistema inmunitario.
Las hormonas de la felicidad nos ayudan a producir sensaciones de alegría, de felicidad, de ganas de vivir y de disfrutar cada momento, por eso que buscar las formas de estar produciéndolas constantemente será beneficiario para los días sean cada vez más agradables.
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