Algún día, te robare ese beso
que nace del alma y brota en un suspiro,
Si, cuando el deseo desborde la cordura,
y se pierda en tu piel y se regocije en tu sabor,
cuando el tiempo se haga eterno,
y tu río desborde mi mar,
en ese instante,
sabremos que valió la pena la espera
(MdC)
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