....Todo ha cambiado, salvo mi corazón. Y todo el pasado está muy lejos, salvo tú, porque tú, tú siempre estarás presente en mí. Pequeña Gala...No sé qué decirte de estos cinco años. Hemos pasado momentos desdichados y momentos felices. Pero nuestra desdicha no era gran cosa al lado de la de tantos otros. Y hemos sufrido por los demás y te aseguro que no faltaban razones para ello. Y como mi gusto por la justicia y la bondad no ha cambiado, he sufrido. Hemos tenido el horror casi permanentemente ante nuestros ojos. Hemos esperado, desesperado, rabiado, luchado como hemos podido-y envejecido. Ya casi no sé reír. Pero qué hermosos han sido los días de la Insurrección.