La vida no es estabilidad, es saber andar en equilibrio
Aunque en ocasiones tengamos la sensación de retroceder, simplemente lo que ocurre es que nuestra vida
está cambiando a cada segundo. A veces nos gustan los cambios y otras no, pero todo esto forma parte del equilibrio.
Nuestra vida es una danza entre la fortuna y la desventura. Por eso, debemos aceptar que la noche y el día,
la alegría y la tristeza y la estabilidad y el cambio serán siempre parejas de baile.
La vida nos susurra de manera constante que confiemos, pues de todo aprendemos y con todo crecemos.
Paradójicamente, en la adversidad es cuando nos hacemos gigantes, a pesar de que en esos momentos nosotros
nos vemos mucho más pequeños y vulnerables.
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