Para sumar vida a los años no hay edad
Para llenarte de fuerza no hay límites temporales. Ese instante que llamamos vida nos permite mirar con serenidad a nuestro alrededor y gritar sin miedo nuestros temores. Solo de esta manera lograremos hacer lo que deseamos, pues el único fracaso es no vivir.
Se trata de convivir con las arrugas y con la sabiduría que nos aporta el paso de los años. Nuestros surcos son el reflejo de nuestros aprendizajes y experiencias, de las flechas que nos hirieron de manera inesperada y de las asas de nuestra mochila.