FORTALECER TU CAPACIDAD DE AUTOCONTROL:
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Practica.
Puedes fortalecer tu fuerza de voluntad del mismo modo que fortalecerías cualquier músculo: entrenándote. Así, cuanto más ejerzas tu autocontrol más irá creciendo tu fuerza de voluntad. De hecho, practicar el autocontrol en cualquier cosa, te ayudará a tener más autocontrol en todo lo demás. Puedes proponerte practicar un poco cada día con cosas que haces habitualmente. Por ejemplo, si compruebas tu correo electrónico o los SMS en tu teléfono móvil con bastante frecuencia, puedes practicar tu autocontrol posponiendo la comprobación de dichos mensajes. O bien haz cosas al revés de cómo las haces habitualmente, como escribir con la otra mano. Pero ten cuidado de no pasarte. Practica en pequeñas dosis porque tus reservas de autocontrol pueden agotarse.
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Cambia tu pensamiento.
Tu fuerza de voluntad está en gran parte dirigida por tu pensamiento, de manera que cambiando tu pensamiento lograrás tener más autocontrol. Para ello, deberás dejar de pensar cosas como: "tengo que tener eso ya porque lo deseo mucho, no puedo esperar, no puedo resistirme, no soporto la incomodidad y el malestar, no soporto esta frustración, es muy difícil, es demasiado duro", y empezar a pensar cosas como: "puedo hacerlo, puedo soportarlo, no es tan terrible, he dicho que voy a hacerlo y lo haré, no es tan difícil, resistiré la tentación". Por tanto, un buen modo de empezar a tener más fuerza de voluntad consiste en hacer una lista con todas esas frases que puedes decirte a ti mismo en vez de las que te dices habitualmente.
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Haz pequeños cambios.
Si estás a dieta y deseas comer algo que no deberías, como un dulce o helado, puedes sustituirlo por otra cosa que también te guste pero tenga menos calorías, como una fruta, de manera que no tendrás que ejercer tanto autocontrol.
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Ten cuidado con lo que te exiges.
Sé realista. No te propongas metas que son para ti inalcanzables, o divide una meta mayor en varias submetas más pequeñas. Por ejemplo, si necesitas perder 10 kilos, puedes empezar por proponerte perder tres o cuatro, luego hacer un descanso con una dieta de mantenimiento para no recuperarlo y luego perder otros tres o cuatro y así sucesivamente.
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Busca alguien que te apoye.
El apoyo de alguna persona puede ser de gran ayuda para alcanzar tus metas. Por ejemplo, es más fácil acudir cada día al gimnasio si vas con algún amigo. Y si deseas dejar de fumar, pide a tus amigos que intenten no fumar delante de ti o al menos que te ayuden en lo posible.
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Controla las tentaciones.
Si estás rodeado de tentaciones, te será más difícil alcanzar tu objetivo. Si quieres adelgazar, procura no tener dulces en casa; si quieres dejar de fumar, no tengas tabaco o ceniceros y busca preferentemente la compañía de no fumadores, en la medida de lo posible.
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Céntrate en una sola meta.
Si tienes varias metas que alcanzar, céntrate primero solo en una hasta alcanzarla y luego pasa a la siguiente.
Por: Ana Muñoz - About.com
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