DONDE DUERME LA NAVIDAD
Habéis de saber que bastará tan sólo que uno de vosotros albergue
en su corazón el deseo de sentirla, para que esta noche abra
sus ojos y de nuevo despierte.
Nunca llegué a contemplar el instante, pero sí creí desde niña
en aquel cuento…
Existe un bosque de grandes abetos cubiertos de nieve que
custodian, como fieles guardianes, un panteón tallado en hielo.
En su interior, ella duerme resguardada del paso del tiempo.
Pues fue el tiempo quien la condenó a su sueño, y quien permite
realmente su breve desvelo.
El por qué de su condena, perdonadme, me lo reservo…
Pero no os apenéis por ello.
Mientras duerme plácidamente, sus sueños se alimentan de la pasión
y el cariño que entregó a las almas de los que una vez la vivieron.
Sí, es un espíritu extraño, delicado, frágil, casi tanto como el agua
transparente que congelada formó su mausoleo, y que sólo se abre
para darle paso en ese mágico momento.
Quizás hoy será el vuestro.
Como un reloj oirá un corazón latiendo y, contagiado de su armonía,
el suyo renacerá dando la orden para que comience este evento.
Algunos seres mágicos cobrarán vida para ayudarla y oyendo su
tic tac acudirán a su encuentro.
Duendes, hadas, espíritus libres que fundiéndose con ella ayudarán a
que su breve misión llegué a buen término.
Así que si veis sonreír a algún muñeco de nieve, no habéis de
tenerle miedo, pues es seguro que ha escuchado su
sonrisa atravesando el viento.
¿No os contagiaréis de ese sentimiento?
No podréis verla pero sí percibiréis su aroma dulce mientras
danza cerca de vosotros y, con la alegre música que la acompaña,
volveréis a ser niños acordándoos de su primer beso.
Hasta la luna brillará más por ella para alumbrar su advenimiento.
Bajo su luz, con su sonrisa, dará su bienvenida a todos los nuevos.
Aunque… por qué no, este es mi cuento, también derramará
lágrimas por los que se fueron.
Así que si la encontráis y sentís el deseo de compartir esta gracia
con todos los que amáis, no dudéis en hacerlo.
Pero daos prisa y felicitar las pascuas porque cuando después de
su danza, se entregué otra vez a su sueño, llegará otro espíritu,
ocupando su lugar, el del año nuevo.