Las bolsas plásticas no se degradan, son arrastradas hacia distintos lugares de nuestra tierra, hacia mares, lagos y ríos.
Las bolsas encuentran su vía hacia el mar en los desagües y en las cañerías.
Se han encontrado grandes islas hechas de acumulación de bolsas plásticas flotando en el océano.
El efecto sobre la vida silvestre es catastrófico. Las aves quedan atrapadas sin esperanza. Cerca de 200 diferentes especies de vida marina, incluyendo ballenas, delfines, focas y tortugas mueren a causa de las bolsas plásticas. Mueren después de ingerir las bolsas plásticas que confunden con comida.
Si usamos una bolsa de tela en vez de bolsas plásticas podemos ahorrar entre 6 y 30 o más bolsas por semana. Es decir, entre 24 y 900 o más bolsas al mes. Sigue calculando.
Tú puedes contribuir:
Lleva tu propia bolsa de tela al supermercado o verdulería.
No aceptes las bolsas en los lugares que te las ofrecen.
Además de evitar bolsas de plástico, evita en la mayor medida posible todo lo derivado del plástico y elige alternativas no contaminantes.
Si vas a comprar productos que ensucian bolsas como por ejemplo quesos, aceitunas etc., puedes llevar tu propio recipiente como tuppers, frascos, etc. y pide a vendedor que los utilice en vez de bolsas.
Lava las bolsas que se han ensuciado y vuélvelas a utilizar.
Si consumes habitualmente helado en potes de poliestireno expandido (también conocido como telgopor, plastoformo, isopor, icopor, plumavit, forexpan, corcho blanco, unicel, etc) puedes lavar los potes y reutilizarlos, ya que este material tiene la misma incidencia que las bolsas o incluso peor.