El adiós de unas manos que otrora fueron llama
El recuerdo de unos besos que perdieron su color en un silente aullido
Todo lo que no se dijo y quedó entre una promesa y un tren perdido
Nada tiene que ver con el amor que, vive sólo de imágenes gastadas
Se arrancan trocitos de piel en sabanas cerradas
Las paredes, moldura de noches sin voces
Agua, espuma, fuego, encuentro desnudo de goces
El tiempo conspira una y otra vez contra un poema desnudo
El principio se aleja de un final extraño y mudo
Los jardines pintan su suelo del color de la apatía
Nuestras huellas son polvo de un querer que, poco a poco moría
Se olvidan las caras que aprendimos a dibujar con los labios
Hablamos de los vacíos que enseñan sólo los sabios
Cómo es posible no recordar quienes fuimos, cuando éramos más que, un lugar por descubrir.
Los corazones se visten de un perpetuo olvido
Tu amor y el mío pululan por un universo dormido
Los jardines de flores transparentes y sin fragancia
Entre un te quiero y una noche mora la distancia
Jardines que sólo esperan volver a sentir
Amores que arañan un deseo por cumplir.
Autor: Miguel Ángel Sánchez.
Dolly