Todo se derrite a mi alrededor...
La sequedad del suelo agrieta mis pies descalzos,
dejo la puerta abierta al frescor que me engaña,
es una tarde de verano ardiente,
la calle enmudece y se olvida de vivir.
Solo se queda mi pueblo al llegar la época estival,
el silencio me acompaña, y espero un nuevo día,
los pájaros saludan al amanecer,
con cantos alegres que invitan a soñar.
Ondina
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