Un astro brilla en el azul del cielo
Y en el agua dormida se refleja.
Un hombre que pasaba
Dijo al niño poeta:
«Tú, que sueñas con rosas en las manos,
Y con el alma al ideal abierta
Cantando vas tus ilusiones, dime:
Entre tú y yo, ¿cuál es la diferencia?»
«Esta», responde el niño;
«Levanta la cabeza:
¿Ves la estrella que brilla solitaria
En el azul?»
—«La veo.»
—«Ahora cierra
Los ojos y responde:
¿Con los ojos cerrados sigues viéndola?»
—«No, dijo el hombre. No la veo».
Entonces,
Como el que absorto sueña,
«Aunque cierre los ojos, dijo el niño,
Yo sigo viendo en el azul la estrella».
Ismael Enrique Arciniegas
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