Hay personas estrellas.
Hay personas cometas.
Los cometas pasan, apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven. Las estrellas permanecen.
Hay mucha gente cometa, pasan por nuestra vida apenas por instantes; no
cautivan a nadie, y nadie los cautiva. Gente sin amigos, pasan por la
vida sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia. Así son muchos
artistas, brillan apenas por instantes en los escenarios de la vida, y
con la misma rapidez que aparecen, desaparecen. Así son muchos reyes y
reinas: de naciones, de clubes deportivos o concursos de belleza. Así
mismo son hombres y mujeres que se enamoran y se dejan enamorar con la
mayor facilidad.
Así son personas que viven en una misma familia y pasan por el otro sin ser presencia, sin existir.
Lo importante es ser estrella. Hacer sentir nuestra presencia. Ser "luz", "calor", "vida".
Los Amigos son estrellas. Los años pueden pasar, surgir distancias; pero en nuestros corazones quedan sus marcas.
Ser cometa no es ser amigo, es ser compañero por instantes, explotar
sentimientos, aprovecharse de las personas y de las situaciones, es
hacer creer y hacer dudar al mismo tiempo. La soledad es el resultado de
una vida cometa. Nadie permanece, todos pasan y nosotros también
pasamos para ellos.
Es necesario crear un mundo de "estrellas",
verlas y sentirlas todos los días, poder contar con ellas todos los
días, todos los días ver su luz y sentir su calor. Así son los amigos,
"estrellas en nuestras
vidas", se puede contar con ellos, ellos son
refugio en los momentos de tensión, luz en los momentos obscuros, pan
en los momentos de debilidad, seguridad en los momentos de desánimo.
Al mirar los cometas, es bueno no sentirnos como ellos, ni desear el
amarrarnos de su cola; al mirar los cometas, es bueno sentirse
"estrella"; dejar por sentada nuestra existencia, nuestra constante
presencia. Haber vivido y construido una historia personal.
Es
bueno sentir que hemos sido luz para muchos amigos, y que ellos nos han
iluminado a su vez. Es bueno sentir que hemos sido calor para muchos
corazones, y que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos
castigó. Ser "estrella" en este mundo pasajero, en este mundo lleno de
personas cometas es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa.
Es nacer y haber vivido, y no haber existido apenas.
Para vosotros: "estrellas de verdad".
P. Dennis Doren