Piensa en todo lo que forma parte de tu vida, seres queridos, amigos,
dinero, casa, auto y todo lo material que tienes. ¿Ya lo has pensado?
Pues quiero que sepas que nada de eso te pertenece. Todo, absolutamente
todo lo que está en nuestro poder nos ha sido prestado y si piensas que
eres el dueño de todo lo que tienes, estás muy equivocado.
Cuando nacemos Dios nos presta la vida, una familia, un lugar en el mundo y todo lo que nos rodea.
La
mayoría de la gente no entiende que venimos a este mundo y que tenemos
un tiempo limitado de vida pero lo cierto es que cuando somos llamados,
muchas veces sin previo aviso, tenemos que irnos y por supuesto, sin
llevarnos nada.
El que no tuvo la oportunidad de estudiar o de tener un trabajo
digno, se conforma con lo poco que tiene y al ver que no tiene futuro,
vive el día a día. A otros en cambio, la vida les sonríe, ya sea porque
han conseguido ser exitosos empresarios, porque han recibido una
importante herencia, o porque han tenido éxito en el arte o alguna otra
disciplina.
Si de pronto empiezas a ganar mucho dinero, y no sabes administrar y
aprovechar lo que Dios te está prestando, esta situación en principio
buena, se puede convertir en una verdadera tragedia. Porque tener
riquezas hace que te vuelvas avaro, que tengas muchas más tentaciones,
deseos de hacer cosas que nunca antes pasaron por tu mente, o meterte en
negocios sin medir las consecuencias.
Mientras el dinero dure te sentirás muy feliz, pero ¿Cuánto tiempo
puede perdurar en tus manos todo lo que tienes? ¿Qué pasaría si de
pronto lo perdieras todo? ¿Vale la pena hacer tanto sacrificio, que en
la mayoría de los casos afectan la salud, la familia o nos cuestan la
propia vida?
Personalmente creo que el esfuerzo desmedido, correr detrás del
dinero, cuando lo que tienes es suficiente, haciendo que la vida se
transforme en una permanente maratón, en busca de tener más y más. ¡¡No
tiene ningún sentido!!
Quiero que entiendas que nada es tuyo, que todo lo que tienes es un
préstamo que Dios te ha dado por el tiempo que estés en esta vida y
cuanto antes lo asumas, más libre vivirás.
«No está mal, que tengas dinero y riquezas materiales, lo
bueno es que las disfrutes y las compartas para que sean parte de tu
felicidad. No está bien que ellas te conviertan en un esclavo de tu
propia vida»
De la red
Dolly