Morir en vida
Morir en vida significa dejar de correr riesgos para quedarnos instalados
en el dolor del pasado, creyendo que no podremos hacernos de una nueva historia.
Morir en vida significa dejar de aprender porque creemos que ya lo sabemos todo
y que no necesitamos seguir aprendiendo.
Morir en vida no es otra cosa que instalarse en el resentimiento hacia una persona
que ya no está en nuestras vidas y a pesar de ello no sabemos/podemos dejarla atrás.
Morir en vida significa no arriesgarse a seguir amando a pesar de saber que
podemos salir lastimados.
Morir en vida significa dar vueltas y vueltas a nuestras historias encontrando en ellas
los pretextos para nuestra indolencia, para nuestra incapacidad para tejer nuevas historias.
Morir en vida significa instalarse en la depresión: ya no desear, no tener planes y objetivos,
no ser capaces de perdonar y de perdonarnos. Especialmente morimos en vida cuando
dejamos de ser compasivos con nosotros mismos y con los otros.
Morir en vida significa dejar de amar a nuestros vivos y también a nuestros muertos,
a quienes el mejor homenaje que podemos hacerles es estar vivos. No muertos en vida.
Rocío Arocha
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