Ya fui de las montañas y los mares
ya fui del ocaso y la mañana
Ya fui de abril y del otoño
de la revolucion y de la libertad,
de la calle, de las luces de neon
y los desiertos
de los metales y la hierba
del polvo en el camino
Ya fui del norte y fui sureño
pero a partir de hoy
le pertenezco por completo
al viento, al agua transparente
y a tu piel...
Francisco Javier Hernández