¡Qué ajetreo! ¡Cuánto ruido! ¿Quién es toda esta gente?’ Algo así nos dirían si pudieran hablar.
Nuestras mascotas también viven las fiestas... y no a todas les gustan. Además,
esta época supone un riesgo para ellas si no se toman precauciones.
¡Todo brilla!
Bolas, luces, guirnaldas... Todo el ambiente se transforma con los adornos que decoran la casa
esta época y que son un gran misterio para ellos, sobre todo para los cachorros.
Se trata de objetos llamativos que despiertan su curiosidad, y no es extraño que les dé por
olisquearlos, jugar con las bolas o morder cosas, incluidos los cables de las luces,
lo que entraña un serio riesgo para su salud: descargas eléctricas, cortes, intoxicaciones,
obstrucción intestinal...
Evita posibles accidentes limitando su acceso a la zona del árbol instalando una valla,
por ejemplo, y eligiendo con mucho cuidado los adornos: procura que no tengan filos cortantes,
que sean de material resistente que no se rompa fácilmente y de tamaño grande para que
no puedan tragárselos. Desconecta de la corriente los adornos luminosos si no hay nadie cerca
y sobre todo si tu mascota se queda sola en casa.
Eso no se come
Las carnes grasas como el cordero les sientan mal, sobre todo a los perros,
que no las digieren bien,
así como los dulces, en especial el chocolate.
No caigas en la tentación de ofrecerles las sobras o los huesos, ni les des golosinas,
para evitar intoxicaciones a tus mascotas. Continúa dándoles su comida habitual
y ten cuidado para que no metan el hocico en la basura.
Una flor tóxica
En la mayoría de los hogares, la Poinsetia o flor de Pascua está presente durante las Navidades
y es una especie que tiene riesgo para los animales, ya que resulta tóxica para perros y gatos
si la ingieren.
Procura que estén lejos de su alcance y ten cuidado también con el abeto, si es natural:
sus agujas pueden dañarles si llegan a su estómago. Puedes elaborar un repelente casero y
natural que mantendrá alejados a los gatos de las zonas 'prohibidas': un litro de agua,
unas gotas de aceite de eucalipto y el zumo de 5 limones y 5 naranjas.
Rocía el árbol, los adornos...
Mucha calma
El ruido y el cambio de costumbres afectan sobre todo a los gatos, que son más asustadizos
y se estresan más fácilmente. No lo presiones para que coma si ha dejado de hacerlo
o si notas que desaparece.
Búscale un lugar alejado del bullicio si en casa hay más gente de lo habitual, donde se
encuentre cómodo y relajado; volverá a ser el mismo cuando todo vuelva a la normalidad.
Elena Gómez
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