Gastamos mucho tiempo en mantener, en fomentar la relación con gente que nos ignora o, en el peor de los casos, nos trata mal. Fundamentalmente en las relaciones sexoafectivas, pero también con amistades o con la familia.
Si las relaciones "líquidas" aún son así quizá habría que valorar pasar al siguiente estado y convertirlas en gaseosas.
Álvaro Saval. Psicólogo.
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