La Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) advierte que el
aceite de palma refinado y los productos que lo incluyen entre sus
ingredientes tienen elevadas cantidades de ésteres de ácidos grasos que
pueden ser cancerígenos y dañar al material genético, el hígado, los
riñones y los testículos. Las sustancias contaminantes se originarían
durante el procesado industrial del aceite de palma.
Por otra parte, estudios de un grupo científico español cuyos resultados
fueron publicados recientemente en la revista Nature muestran que las
células tumorales necesitan la ayuda de grasas como el ácido palmítico
-componente principal del aceite de palma- para escapar del tumor
primario e iniciar metástasis.
Pedimos a políticos y administraciones tomar medidas para eliminar el
aceite de palma de nuestros alimentos. Tomemos además conciencia
individualmente para preservar no sólo nuestra salud, sino también las
selvas que se destruyen para el cultivo de palma aceitera y los derechos
humanos de sus habitantes. Sólo si sus clientes rechazan este
ingrediente omnipresente reaccionarán las cadenas de supermercados y
distribuidores de alimentos eliminándolo de los productos.
FIRMA LA CARTA AQUÍ.
Fuente: Salva la Selva