A este ritmo, en 2050 los océanos contendrán más plásticos que peces, y aproximadamente el 99 % de las aves marinas habrá ingerido plástico, según algunas estimaciones.
Estos daños en los ecosistemas marinos ascienden al menos a
8.000 millones de dólares, ya que no solo causan estragos en la flora y
fauna marina sino también en la pesca y el turismo.
“Ha llegado el momento de abordar el problema del plástico
que daña nuestros océanos. La contaminación por este material navega ya
por las playas de Indonesia, se instala en el fondo del océano en el
Polo Norte y llega hasta nuestras mesas a través de la cadena
alimentaria”, alertó el director ejecutivo del Pnuma, Erik Solheim, en
un comunicado.