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Lo que se puede llegar a sentir con un abrazo, una vieja canción, un choque de miradas. Esa sensación que excede todo límite. Parece inverosímil pero de pronto no logras controlarte. Es algo que emana de tu cuerpo, una especie de manto transparente que te envuelve, una aurora boreal de calma y de placer. Por un momento te encuentras como en casa.
EstefaníaMitre
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