Quise encontrarle
sentido al cielo,
miré atento a lo lejos
y las nubes parecían sangrar;
busqué en el reflejo del sol
su secreto,
buscaba una respuesta
y me topé con unos ojos tristes
que no dejaban de llorar...
Quise conocer
el alma del cielo
y en el rastro de su sangre
y la humedad de su llanto,
me topé con la inmensidad...
Descubrí
un mundo de silencios,
choqué con la calma
y la tempestad,
con el frío,
la libertad,
el llanto,
con todas las estrellas,
los rayos
y la soledad.
Quise entender
qué esconde el cielo
y descubrí un mundo
de miedos,
ocultos en el horizonte
de mis pobres ojos tristes,
donde nunca nadie
me podrá alcanzar...
-Jorge Daniel