Luego de haber sido rescatados de un circo de Perú, donde eran explotados y maltratados, estos animales fueron trasladados el año pasado a un santuario de felinos en
Sudáfrica, donde se suponía debían iniciar una nueva vida.
Ambos eran parte de un grupo de 33 leones
recuperados de circos en Colombia y Perú que habían viajado al
santuario natural de Emoya, una reserva privada
de 5.000 hectáreas en la
norteña provincia de Limpopo, Sudáfrica.
Mutilados
Sus cuerpos fueron hallados decapitados, sin patas, cola ni piel. Probablemente los leones
fueron sacrificados para utilizar sus miembros en rituales, de acuerdo a
las autoridades que investigan el caso, recogió la BBC.
En esa zona hay muchos rituales y algunos curanderos utilizan
las partes de distintos animales (como patas de león o cerebros de
buitre) para preparar