Sanar el pasado hace
parte de darle la bienvenida a nuevas experiencias y a seguir hacia delante. Es
muy difícil recibir algo nuevo, positivo y renovador si aún estamos aferrados a
situaciones negativas que no hagan parte de este momento presente. Algunas veces
confiamos, amamos, luchamos y otras veces simplemente hay que aprender de esa
experiencia y continuar con nuestro camino.
Solo Dios conoce el final de nuestra historia, así que para
que amargarnos con cosas que tal vez se salgan de nuestras manos. Somos seres
en evolución y muchas veces es necesario estar dispuestos a soltar y abandonar
lo que sea que este frenando nuestra felicidad, para así disfrutar en total
plenitud de todo lo magnífico que el universo nos tiene preparado!