Toma esta oportunidad para que te observes. Ahora pregúntate, qué enfoque le estás dando a tu vida? No te trates mal y no recientas tu vida porque alguien rompió tu corazón, porque tus padres no te dieron la atención necesaria, por la traición de tu pareja o de un amigo… No te quedes sufriendo por un pasado que ya no existe, observa tu presente e ignora todas aquellas memorias que ya no te hacen ningún bien.
No te preocupes por algo que tal vez no está bajo tu control. Desahógate cuando sea necesario, llora hasta que no te queden más lágrimas y permite que las cosas fluyan solas. Enamórate, decepciónate si es necesario, vuelve a enamorarte hasta convertirte en lo más amado.
Se honesto, pero sutil. Dile a la gente como te sientes realmente. Las cosas pueden ser más sencillas de lo que parecen, pero a veces nos empeñamos en complicarlas.
Vive tu vida en su máximo esplendor. Sin importar lo difícil que pueda ser, demuéstrale a la vida que por cada razón que tienes para llorar, tienes mil más para sonreír! Es tu vida y es la única que tienes, así que disfrútala al máximo, respira profundo y vive en este momento presente!
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