Querido 2018:
tráenos esa cosa extraña llamada serenidad. Dentro del saco añade
alguna semilla de esa cosa rara que nadie encuentra más llamada
felicidad. Pon adentro también dos o tres gotas de alegría que la
usaremos para secar algunas lágrimas derramadas de más. Si aún queda
espacio pon mucha, pero mucha fuerza para creer todavía...