si estás haciendo dieta ... - El Pais Encantado de Alicia Ibiza

Suele pasar: te sacrificas con las comidas pero no consigues adelgazar los kilos que te sobran. A lo mejor es que estás haciendo algo mal…

Te saltas el desayuno. Cuando lo haces, después de 10 horas sin “carburante” estás tan hambrienta que te excedes con la comida y la cena y, al final, ingieres más calorías de las necesarias. Solución: una hora después de despertarte toma un desayuno ligero a base de cereales integrales y una tostada, por ejemplo.
Cenar sólo una ensalada. Sales por la noche a un restaurante y te pides una ensalada para no pasarte. El siguiente paso es lógico: te mueres de hambre y nada más llegar a casa atacas la nevera. Solución: Si te preocupa pasarte con la comida, pide de primero una sopa y de segundo una ensalada con mucha hoja verde que cortar para comer más despacio y conseguir sensación de saciedad.
Ayunar todo un día. Bastan cinco horas de ayuno para que tu metabolismo se ralentice. El peso que puedas perder de esa forma lo recuperarás en cuanto comas normalmente. Solución: haz cinco comidas ligeras (de entre 200 a 300 calorías) a lo largo del día. Tu metabolismo se acelerará y evitarás los ataques de hambre.
Esos tentempiés traicioneros… Un bombón por aquí, una bolsa de palomitas en el cine… Piensas que no cuentan, pero un trocito de pastel de chocolate o un puñado de patatas fritas de bolsa tienen unas 150 calorías. Si las consumes a diario puedes aumentar 5 kilos al cabo del año. Solución: lo único que no engorda es el agua. Ten siempre en cuenta lo que picaste por la tarde para no pasarte a la hora de la cena.