Las personas que nos rodean nos afectan más de lo que nos pensamos.
Nos demos cuenta o no, su actitud, la forma en la que nos hablan,
su perspectiva del mundo e incluso su estado de ánimo nos influencian mucho.
Por este motivo resulta inteligente escoger a las “buenas personas”;
a esas que, cuando estén a tu lado, te aporten buenas sensaciones.
Karl Marx dijo una vez: “Rodéate de las personas que
te hacen feliz. Las personas que te hacen reír, que te ayudan
cuando lo necesitas. Las personas que realmente se preocupan.
Ellos son los que vale la pena tener en tu vida. Todos los demás, están de paso”