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De: dollys (Mensaje original) |
Enviado: 28/02/2018 03:14 |
No te asustes… vengo en son de paz, por cierto, ¿por qué te asustas tanto ante mi presencia?
Sé que sientes horrible cada vez que aparezco, que te desesperas y
quisieras hacerme desaparecer, sé que si pudieras me aventarías con
todas tus fuerzas lejos de tu vida, sobre todo porque crees que estoy
aquí para hacerte daño, inclusive has de creer que puedo llegar a ser la
causa de tu muerte; pero créeme, si no te he hecho daño es porque no lo voy a hacer, no es mi intención.
No estoy aquí ni para que te de un ataque al corazón, ni para que te
ahogues y mucho menos para volverte loco o hacerte sentir raro e
inadecuado; creo que ya te lo he demostrado. Y sí, sé que hago un
desastre en tu interior y que te asusto, pero al final del día… no te he
matado, no te has ahogado y tampoco te has vuelto loco. La realidad es
que estás aquí, teniendo miedo a que eso pase, sin que haya pasado en
realidad. Estoy aquí escribiéndote porque te quiero platicar la
verdad y serte totalmente honesta: si he aparecido en tu vida
haciéndote sentir todo esto es porque no había encontrado otra manera de
hacerme escuchar por ti. Estabas tan ocupado tratando de ser
exitoso, de ser productivo y de demostrarle a los demás que eres digno
de ser amado… que no escuchabas mis pequeñas señales.
¿Recuerdas esa vez que te dio un dolor de cabeza? ¿O cuando tuviste
insomnio por más de 2 horas? ¿O qué tal esa vez que sin razón aparente
te soltaste a llorar sintiendo que algo andaba mal? ¿y esa vez que te
quedaste solo y te sentiste inquieto y buscaste con qué distraerte…? ¿o
qué tal esa vez que te dio un temblor en el párpado? ¿aquella alergia en
la piel…? y ni hablar de la gastritis y colitis. Bueno, pues
todas esas veces era yo misma tratando de hacer algo para que me
escucharas, para que te detuvieras por un momento a sentirme y resolver
de verdad lo que te estaba pasando. Pero no lo hiciste,
seguiste con tu ritmo de vida; seguiste con tu misma manera de pensar y
reaccionar; preocupándote por el qué dirán, presionándote por ser
perfecto, angustiándote por tener el control de todas las cosas a tu
alrededor… por salvar a los demás mientras que te descuidabas a ti
mismo, y está bien… está bien… comprendo que es algo actual y hasta
aprendido. Pero como eso no es lo que quiero para ti, como sé
que puedes ser libre de verdad, entonces intenté algo más fuerte: hice
que te doliera la quijada al despertar, que se te taparan los oídos y te
sudaran las manos…que tu corazón acelerado para después sentirte
agotado y hasta mareado… en fin, tampoco me quisiste escuchar. Y
sé que te desesperas porque no “entiendes” con tu mente racional lo que
te está pasando, y claro, con tu mente racional no me vas a entender,
¡al contrario! sólo logras asustarte más y generarte nuevas sensaciones e
ideas que no eran mi intención que tuvieras. Mi intención es
ayudarte a ti y a regresar a tu centro, ayudarte a frenar por un momento
para que voltees a ver en tu interior qué es lo que estás necesitando
para volver a sentirte libre y pleno. Mi intención sí es llamar tu
atención, y te felicito si estás leyendo esto, pues significa que ahora
ya no quieres evitarme. De hecho, sé que estás cansado y cansada de hacerlo, de huir de mí como si fuera un monstruo en medio de un bosque oscuro.
Sé que ya no toleras seguir embobándote horas y horas en el Facebook y
la televisión mientras que sabes que hay algo que necesitas atender, que
estás cansado de vivir la vida de otras personas para no voltear a ver
la tuya, sé que ya no quieres seguir adormeciendo tu cuerpo, que ya no
quieres fugarte de la realidad y que realmente quieres disfrutar de tu
vida. Sé, que ya empiezas a estar más dispuesto a sentirme y escucharme.
Y espero de verdad que ahora estés listo y lista para enfrentar tu
realidad, para enfrentar la verdad de tu vida y de ti mismo tal y como
es, sin máscaras, sin atajos… sin pretensiones. Y siéndote
honesta, yo también ya me cansé de estarte mandando avisos para nada más
ver cómo te asustas y sales corriendo, cómo llegas a pensamientos que
no son verdad generándote un malestar mayor, alejándote cada vez más de
escucharme. Y como me cansé, me rendí, y decidí escribirte. Pues tengo algo realmente importante que decirte. Así es que vayamos al grano. Lo único que llevo tratándote de decir todo este tiempo, es que… es momento de evolucionar.
¿Evolucionar? sí, no es un concepto New Age, es una necesidad de todo
ser humano cuando en algún momento de su vida ya no le funciona lo que
viene haciendo. La realidad es que estoy aquí porque necesitas
hacer algunos cambios en tu interior y en tu vida, pues aceptémoslo, no
te sientes pleno y no estás viviendo como quisieras hacerlo.
¿Quién quiere vivir presionándose a sí mismo? ¿exigiéndose por cumplir
estándares aprendidos? ¿Tratando de complacer a medio mundo menos a sí
mismo? ¿intentando controlar todas las variables de cada día? ¿quién
quiere vivir quejándose y con miedo de todo lo que sucede? ¿queriendo
tener la certeza de todo lo que va a suceder? ¿repitiendo los eventos
traumáticos de su pasado? ¿echando culpas a los demás? ¿Cómo vas a querer vivir sin ser tú mismo y sin tomar las riendas de tu propia vida?
Para eso estoy aquí, para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive
dentro de ti, y para lograrlo, tendrás que deshacerte de lo que te
impide contactarla. No significa que te tengas que convertir en otra
persona, ¡al contrario! significa que necesitas dejar de actuar y pensar
como tú no eres y poder ser más tú mismo. Estoy aquí para
ayudarte a ver precisamente qué te impide contactar con tu sentido de
vida, con tu pasión por vivir, con tu alegría y con tu verdadero ser. Y
que puedas descubrir que hay algo que estás necesitando darte y
generarte para lograrlo. Es lógico que a veces no te des cuenta
de esas cosas que necesitas, que te sumerjas en relaciones que no te
funcionan, en trabajos que no te gustan pero que “necesitas”, que
busques ser amado por los demás poniéndote máscaras y actuando como no
eres; es lógico, que busques la seguridad en alguien más y que creas que
no puedes tú sólo con esta vida, ¿quién no quisiera regresar a la panza
de su mamá y despreocuparse por todo? Pero tampoco tienes por
qué vivir alerta y protegiéndote de “posibles peligros”, puedes
relajarte… y darte cuenta que no tienes que controlar absolutamente
todas las variables para poder dormir con la mente en paz. Puedes
hacerte responsable de ti y de tu vida sin que te conviertas en un
adulto aburrido abrumado por la vida; puedes seguir disfrutando aunque
tengas hijos por cuidar o sueños por cumplir. Puedes vivir de
hacer lo que te gusta y compartir tu tiempo con quien eliges, puedes
generarte una manera de pensar más realista y positiva, al final del
día, tú no eres tus pensamientos, eres quien se da cuenta que piensa y
puedes tomar las riendas de tu mente, claro, de manera amorosa y
paciente. Y para lograr esto, necesitabas darte cuenta que tu
mente está interpretando constantemente la realidad, y que no siempre tu
interpretación es correcta, que puedes caer en errores, creer esos
errores, obsesionarte con esos pensamientos, y alejarte de la realidad
que sí está sucediendo. Es momento de que regreses a la
realidad y descubras que hoy, ahí donde estás, estás a salvo, y tienes
todo el derecho y la capacidad para tomar las riendas de tu vida. Eso
sí, necesitarás perderle el miedo al rechazo, al ridículo, al fracaso y
al qué dirán, necesitarás hacerte tu prioridad y confiar en tu voz
interior, necesitarás esforzarte por generarte eso que sí anhelas y que
sabes que es tu derecho vivir. Estoy aquí para decirte que
necesitas ponerle límites a las personas que te lastiman; para que te
agarres de valor y aprendas a decir que “no”; para que dejes de mendigar
amor con quien no te merece; para que dejes de depender de la
existencia de tu pareja para ser feliz; para que de una vez por todas…
¡cuides tu cuerpo! ¿De qué otra manera le habrías puesto
atención a tu cuerpo? Digo, probablemente de muchas maneras, pero ésta
está funcionando. Necesitas darle el alimento que necesita, dejar de
criticar tu físico y agradecerle por lo que te da; haz que sude y que se
mueva, ten tus hormonas al día y duerme las horas que necesitas.
¿Por qué te explotas? ¿Por qué te exiges tanto? No entiendo porque lo
haces… si lo tienes todo, lo eres todo, tienes toda la capacidad que
necesitas para crear tu propia realidad, pero te tratas como tu propio
esclavo, eres demasiado severo contigo mismo… y estoy aquí para pedirte
que simplemente te detengas. Así es que ya sabes… si realmente
quieres que me vaya, toma el timón de ti mismo, pregúntate qué has hecho
que te ha alejado de tu esencia. Pregúntate realmente cómo quieres
vivir y lucha por esa vida, pues es tu vida, y solamente tú puedes
decidir sobre ella… si a los demás no les parece, es porque ellos tienen
su propia vida, no tendrían por qué comprenderte y tú no tendrías por
qué controlar lo que piensan sobre ti. El único control que
puedes tomar es el de ti mismo, y para recuperarlo, necesitarás aceptar
que lo has perdido y retomarlo con fuerza. Necesitarás usar toda esa
frustración y tensión interior y convertirla en motivación para ir tras
lo que anhelas. Por eso, necesitas permitir que yo me exprese, perderme
el miedo, sentirme para que veas que estos síntomas tan sólo son una
manera de ayudarte a recuperar tu equilibrio, y que si esperas a que
pasen… pasarán, y que si aprendes a relajarte y a tener tu mente en el
presente, se transformarán. Así es que la próxima vez que me
sientas, cierra los ojos… confía y siénteme, déjate llevar… escucha lo
que tengo por decirte, entiendemey después, ¡pasa a la acción! Por
favor, ya no me reprimas, ya no te distraigas cada vez que llego… pues
así no podré hablarte y no podrás hacer esos cambios que tú sabes que
necesitas hacer. Espero no tener que llegar muchas veces más
en tu vida, pero si lo hago… recuerda que no quiero lastimarte, quiero
ayudarte a que recuperes tu propio camino de evolución, el camino que si
lo tomas, te hará mucho muy feliz. Y ya para terminar, quiero confesarte una última cosa, quiero decirte quién soy en realidad: Yo… soy tú esencia. Así es, soy tu esencia, disfrazada de ansiedad.
Soy tú verdadero ser, ese que guardaste para proteger, y estoy aquí,
gritándote, tocando desde el interior de tu corazón con fuerza para que
me escuches. No es taquicardia lo que sientes, soy yo, que quiero salir
de ahí. Déjame salir… déjame tomar las riendas y confía en mí,
recuerda quién soy y quién eres, vuélvete a hacer uno conmigo y pierde
el miedo a salir lastimado. Yo prefiero que vivamos la vida como es, que
la exploremos y que demos lo que tenemos que dar, sea lo que sea, a
vivir escondidos por miedo a lo que pueda pasar… Así es que hola, yo soy tú, y ya es momento de escucharme. Con cariño, yo – Tu esencia disfrazada de Ansiedad De la red Dolly
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De: xania |
Enviado: 28/02/2018 08:54 |
si realmente quieres que me vaya, toma el timón de ti mismo, pregúntate qué has hecho que te ha alejado de tu esencia
qué interesante, todos sufrimos ansiedad en algún momento, buen texto para reflexionar y aplicar
gracias dolly
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De: carina |
Enviado: 28/02/2018 20:23 |
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Gracias Dolly por compartirlo
Besinessssssssss
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