El mundo de la moda, con tal de sobrevivir, se mueve a pasos agigantados.
Tal vez por modas, tal vez porque las materias primas no son
una fuente ilimitada para la confección, pero bien es cierto
que la investigación de nuevos tejidos sostenibles es, a día
de hoy, la base de la industria. Aquí, ya se sabe, todo es renovarse o morir.
Y es que a estas alturas, nuestros ojos ya han visto (casi) de todo.
Prendas confeccionadas con materiales de todo tipo que no sólo son igual de buenas
en calidad y tacto, sino que le añaden un plus de sostenibilidad.
Algo que cada vez encandila a más firmas de la industria, que buscan
respetar el medio ambiente en sus procesos creativos.
Algo así es lo que sucede con la historia de la firma de bolsos sueca
Happy genie, nada convencional. Una firma de complementos de lujo que,
promoviendo un estilo de vida vegano, apuesta por innovar en los
tejidos con los que fabrica todos y cada uno de sus modelos,
tratando de dar una solución con alternativas más sostenibles.
Su creadora, Tanja Schenker, movió cielo y tierra en todo tipo de ferias
para encontrar la opción que más se asimilase al cuero (en todas sus formas),
sin serlo. Y buscando y buscando, llegó hasta un diseñador italiano que había
descubierto la fórmula secreta del futuro. Manzanas es la palabra que buscas
en este artículo.
¿Locura o realidad? Apostemos por lo segundo, porque los diseños
ya están disponibles, con un estilo que los ha convertido en objeto de deseo
por los más altos y críticos consumidores. Y es que su intrincado proceso,
desde se recolectan las manzanas de Bolzano (Italia), hasta que se
convierte en el objeto real de deseo es, cuanto menos, largo y laborioso.
Quién sabe, puede que no sea tan de locos pensar que el mundo,
de verdad, está mirando a un futuro nada lejano.
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