El refuerzo intermitente, el ahora sí que te quiero y ahora no, el ahora
te presto atención y te trato bien y ahora no, existe. Muchos lo han
vivido en sus propias carnes y saben lo perturbador que puede
llegar a ser.
Un día te hacen sentir super bien, pero al otro te ignoran,
un sin sentido que como siempre, pretendemos entender
y dar con el sentido.
Queremos que nos quieran de continuo, no a ratos, pero
no todas las personas están dispuestas a ello, ni saben
cómo hacerlo. La única persona que puede garantizarse
el quererse más y mejor somos nosotros mismos.
Valorarse es entender que si te van querer a ratos,
mejor que no te quieran, eso ya lo hacemos nosotros.
más no nos hace falta.
Cuidado con esos refuerzos intermitentes porque generan adicción,
son tóxicos, nos invitan a rumiar, a la búsqueda incesante
del por qué ocurre lo que ocurre y nos enseñan a esperar
lo bueno, porque parece que la otra persona también
sabe cómo generárnoslo, lo ha hecho, sabe hacerlo,
¿y si cambia?, ¿y si no cambia?
¡Cuidado!, de momento no parece que pretenda llevarlo a cabo,
al menos hasta dónde has compartido no lo hace, así que
acláralo
y si no hay intención de cambio y un giro total de conducta
posterior, valora si realmente lo que andas buscando es
un amor a ratos, recuerda que el amor añade bienestar y calma….
Mireia Queralt
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