Si todos tuviésemos el mismo interior;
si todos tuviésemos la misma personalidad;
si todos tuviésemos los mismos intereses;
si todos tuviésemos los mismos talentos;
si todos fuésemos igual de "buenos"...,
entonces el mundo sería muy aburrido,
no tendríamos nada que decirnos,
ni que enseñarnos, ni que aprender unos de otros.
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