Y es que el tiempo queda siempre en el después, si lo hay, y si no,
ya no podremos verlo, lo que se nos va es la vida, porque vida es
sentimiento y los sentimientos nacen para ser expresados en su momento y
que no se vuelvan re-sentimientos.
Se va la vida para realizar
los sueños, para postergar la felicidad, para esperar que los otros
cambien, que los padres reconsideren, que los hijos maduren, que los
hermanos valoren, que las parejas se sinceren y que los amigos reconsideren.
Se nos va el año y con ello el tiempo, para decir te quiero, para
regalar nuestro perdón, para cambiar regaños por abrazos y juicios por
consideración, para aceptar nuestras elecciones para liberar a los que
amamos, para terminar con historias de resignación.
Se nos van
los culpables y todas las excusas cuando decidimos comenzar a vivir,
porque nadie teme al tiempo cuando está a nuestro favor, ni a la muerte
cuando lo que se deja es satisfacción, el tiempo corre y cuando amamos
se detiene, que no se vaya otro año sin sentir, sin atrevernos a vernos
en el espejo y comenzar a vivir.
De la red