Aunque la vida que creo comienza en mi interior, las decisiones que tomo no me afectan a mí solamente. La manera como reacciono crea ondas que tienen un impacto en las personas y en el mundo a mi alrededor —de maneras pequeñas y grandes.
Tomo decisiones sabiendo que la energía positiva que emito se expande a todo el mundo. Cómo actúo ayuda a otros a acercarse más al centro de una energía calmada y centrada. Antes de reaccionar a cualquier negatividad, hago una pausa. Me sosiego y utilizo este momento para reflexionar, permitiéndome descansar en una conciencia de paz. Elijo llevar una vida centrada, viviendo con propósito, contribuyendo a un mundo de amor.