La selva amazónica es un área geográfica privilegiada en nuestro planeta tierra, donde la magia y el misterio de la madre naturaleza se unen en una relación sagrada con el hombre.
Además, es un área de gran biodiversidad, que constituye el principal pulmón del planeta y es el hogar de multitud de especies animales y vegetales.
Y es precisamente en las selvas amazónicas donde crece silvestre la graviola o guanabana. Este es un árbol nativo de Sudamérica, que crece especialmente en Perú y Brasil, y también se encuentra en algunas regiones tropicales de África y el sudeste asiático.
Su nombre científico es Annona muricata y su aromático fruto, parecido a una chirimoya, es comestible y consumido por las diferentes poblaciones locales, donde constituye una importante fuente de nutrientes y vitaminas. De hecho existe evidencia arqueológica de que ya se consumía en época precolombina en Perú, y también por los incas.