Llevar un árbol de navidad a casa tiene mucho significado, el árbol
es la vida misma, nuestra madre naturaleza, la abundancia y la
multiplicación, cada esfera nos recuerda la unidad y el fruto que somos
cada uno, al colgarlas reconocemos nuestra individualidad, dentro de un
conjunto cercano de seres queridos, de una familia.
Las luces al
igual que las estrellas evocan nuestro origen con ellas y los sueños
brillantes que nos hacen tener, es la vida que tomamos
de afuera para traerla a casa con todo su brillo, entre más adornos,
sencillos o no, más abundancia y buenos deseos y los lazos son aquellos
que nos unen en hermandad, los que recuerdan que todos somos UNO,
haciendo moños, recordamos las alianzas hechas por amor.
En la punta la estrella más brillante, nuestro origen, el Padre que
vela por todo y por todos, del que deriva la espiral de la vida, donde
cuando se quiere, se colocan los regalos como muestra del más bello de
los sentimientos de navidad: COMPARTIR!!
Grande o chico, real o
virtual, que en cada hogar y en cada corazón se ilumine ese árbol de
abundancia y hermandad en estas fechas, Dios proveerá siempre para quien
comparte, para quien multiplica su Navidad!
De la red