El
estilo de vida occidental nos ha ido, paulatinamente, desconectando de
la naturaleza y de todos sus regalos. Ser creativos con los frutos que
nos ofrece la tierra es una forma de recordarnos que ella nos sustenta.
Al mismo tiempo, jugar con la materia nos acerca al espíritu: Como
arriba es abajo. Lo podemos experimentar con algo tan trivial como
elaborar un ambientador casero.
Los
beneficios nutricionales de la naranja son más que conocidos. Los que
nos proporcionan sus aceites esenciales contenidos en su cáscara,
bastante menos. El aceite esencial de naranja se utiliza en la cocina
para aromatizar algunos platos, y también para añadir a los aceites de
masaje y como ambientador natural. Es también uno de los aceites más
utilizados en aromaterapia por sus efectos antidepresivo y sendante
nervioso.
La
extracción de aceite esencial de naranja suele hacerse mediante la
técnica de presión en frío. Es un proceso que necesita grandes
cantidades de piel de naranja para obtener muy poca cantidad de aceite.
Obtenerlo en casa es bastante complicado pero sí que podemos conseguir
su aroma a través de un método mucho más sencillo para elaborar un
ambientador muy agradable, y libre de químicos que suelen contener
sustancias tóxicas. Se necesita:
- 8 naranjas (mejor si son ecológicas)
- Alcohol de 96º
- Agua destilada
- Un tarro de cristal con tapa hermética
- Un frasco de cristal con difusor
- Un rayador
- Filtro para café
Se
rayan o pelan las naranjas sin aprovechar la parte blanca. La naranjas
sin su piel, dejando la parte blanca, se conservan un par de días más
para ser consumidas.
Se
introduce la piel rayada o triturada en un tarro de cristal al cual se
añade una cantidad de alcohol suficiente para cubrirla. Se tapa
herméticamente para evitar que el alcohol se evapore y se deja durante
21 días en el exterior, para que reciba luz solar. El tarro tiene que
agitarse enérgicamente como mínimo una vez al día para ayudar a que el
aceite contenido en la piel vaya incorporándose al alcohol. Después de
ese tiempo, se cuelan las pieles a través de un filtro de café. El
alcohol obtenido se mezcla al 50% con agua destilada y se introduce en
un frasco de cristal con difusor.
Con las cantidades propuestas se obtiene suficiente líquido para varias semanas o meses sin estropearse.