AMÁNDOTE EN SILENCIO
Esta manía mía
de amarte, de amarte
en el recóndito silencio
alejada de la memoria
soslayando las palabras;
pues se mueren convulsionando a la vera de tus pensamientos.
¿Y quién no amo más allá de la razón?
¿Quién no amo más allá de los años?
para luego quedar con el sabor de la desdicha
en los labios quebrados
saboreando el dolor,
que exhala el amor
estrujando en las manos
el remordimiento y el olvido.
Y el destino?, ¡ah el destino!
empecinado en desterrar a aquellas mariposas
extenuadas y sin alas
con la sangre enmohecida
y un gemido lastimero.
Ahora, basta un instante para mirar al cielo
y musitar una dulce plegaria
con tu nombre engarzado entre mis dedos
y amándote en sacro silencio.
by: Fay Gwillyon
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