Uno de los secretos que oculta la catedral de Notre Dame, en París,
es que en su techumbre hay tres colmenas en las que viven
180.000 abejas, donde producen miel. Por eso, cuando
se produjo el pavoroso incendio de su cubierta el pasado lunes,
los temores por la suerte de los insectos se dispararon. Pero
de manera casi milagrosa, las abejas se salvaron del fuego, informa CNN.
Nicolas Geant es el apicultor encargado de estas colmenas,
y pensaba que lo peor había ocurrido, hasta que
"recibí una llamada de André Finot, el portavoz de Notre Dame,
que dijo que había abejas volando dentro y fuera de las colmenas,
lo que significaba que estaban todavía vivas".
"Justo después del fuego, miré las fotos de los drones
y vi que las colmenas no se quemaron, pero no había forma de saber
si las abejas habían sobrevivido. Ahora sé que hay actividad.
¡Es un gran alivio!", declaró Geant. "No estaban en medio del fuego.
De haber estado en él no hubieran sobrevivido, las colmenas
están hechas de madera. La cera se derrite a 63 grados,
si la colmena hubiera alcanzado esa temperatura, la cera
se habría derretido, habría atrapado a las abejas y todas habrían muerto",
explicó Geant. Lo que sí que pudo pasar es que en las colmenas entrara humo,
pero eso no afecta a las abejas: "No tienen pulmones como nosotros
y hemos usado ahumadores con ellas durante siglos", dijo Geant,
que sentencia: "Escuchar que están vivas es maravilloso.
Me llené de alegría.
¡Es un milagro!".
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