la amapola es una mala hierba desde un punto de vista botánico, por muy bonita que sea.
"Son nocivas porque compiten con las plantaciones. Roban nutrientes a cereales como el trigo,
la cebada o la avena de forma agresiva", indica Recasens. Un cultivo plagado de amapolas
puede causar hasta un 40% de pérdidas para el agricultor. Su ciclo de germinación coincide con
el de los cereales, lo que aumenta las complicaciones para
estas plantaciones. "Son muy negativas para los
agricultores, pero hay que reconocer su importancia paisajística"
Pero, ¿por qué crecen en esas zonas de cultivo?
"Porque a las amapolas les gusta el movimiento.
Es una planta nitrófila, es decir, necesita que se remuevan los nitratos del suelo
para crecer. Por ello podemos verlas en lugares donde la
actividad del hombre se deja notar",
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