· Prestar atención a los ruidos que hacemos y respetar el derecho de
los vecinos al silencio y a la tranquilidad.
· Utilizar el equipo de música, radio, TV, a un volumen adecuado y no
molesto para los vecinos.
· Limitar el volumen de nuestro reproductor personal de música y
el tiempo diario de uso para protegernos de la pérdida de audición.
· Evitar lugares de ocio excesivamente ruidosos (conciertos,
espectáculos deportivos, o culturales multitudinarios, etc.) o en su caso utilizar
protectores auditivos adecuados.
· Solicitar que bajen el volumen de la música cuando la consideremos elevada en
lugares públicos: bares, restaurantes, cines, gimnasios...
· No elevar la voz al comunicarnos.
· No practicar conductas ruidosas ni ruidos innecesario en casa, especialmente
en horarios nocturnos (empleo de electrodomésticos silenciosos, evitar portazos y golpes, fieltro en
las patas de los muebles, etc.)
· Si tenemos perro, enseñarle a no ladrar en la vivienda.
En definitiva, comportarnos de manera cívica evitando
producir ruidos incensarios.
ART. LA RAZON